LAYA MIR MAR

NUESTRO CEREZO

 

 

Cada primavera, nuestro cerezo,

nos sonríe al encontrarnos...

recuerda cuando nos enamoramos...

chiquillos, jugábamos...

y tu y yo, sus flores nos obsequiábamos...

el cerezo se enfadaba:

\"Diez cerezas menos (decía)

tendré este año, por arrancar

las flores de mi arbol\".

Más...

al ver nuestros ojos enamorados...

Te alegrabas que diera flores un arbol!

 

Luego, pasaron los años y nuestros bebés

arrancaban con sus manitas flores del árbol,

y tú, nuevamente decías:

¡Niños, niños,... Qué pesados!

Otra vez, diez cerezas menos

que daré a mis pájaros!

Pero él enfado olvidaba

cuando pasados los años

los niños, más altos

cogían tus cerezas, por el verano;

\"Mira que crecen estos chicos,

acompañados en pandilla,

comen más cerezas que los pájaros,

no sé si me gustan más mis cerezas,

sus risas o sus cantos!

 

Cada primavera

nuestro cerezo, ahora ancianos,

con dulzura ve nuestros ojos enamorados

tu también estás cansado...

y tus flores pasadas

nievan el suelo verde

donde a descansar nos sentamos,

sonríes y ya no cuentas las flores que nos das

al fin y al cabo no te importa,

cuantas cerezas menos cuajarán,

después de todo,

se las comen los pájaros!...

 

Y ... ¿Hay algo más bonito ... que dos jóvenes ancianos

enamorados?

Jugando en primavera al lado de un cerezo

cogidos de la mano?

LAYA MIR MAR