Ya no quiso verte para llorarte,
al final, no importa si te buscaba,
pensar en tu tumba, no lamentaba,
estuviste presente pero ausente.
Ya solo pudo besarte la frente,
falso llanto, sobre ti derramaba,
con triste lamento su voz quebraba,
la misma que te deseo la muerte.
Pide perdón por todos sus pecados
para poder el mismo perdonarse,
pero si tus labios están sellados.
Así no hay manera de redimirse,
la mejor paz morir, ojos cerrados,
partida no apta para días tristes.