Y se transformaron en
amor los besos que no
riman, y los nombres
que dejaron de decir lo
que no podían los versos,
y la amé igual todas las noches,
porque yo quería quererla.
Nunca pretendí ser lo que ella buscaba,
así como tampoco quise saber lo que
pensaba al rozar mis manos
con el suave silencio de su alma,
yo siento en mi corazón que revive
en mí la magia de cada momento al amarla,
nunca perseguí ser unas horas,
simplemente lo que falta,
y conocer su mirada,
y besar sus labios y así.
Y te volví a soñar,
decidida a volver,
deseosa de tener un romance,
y nos vi juntos contemplando ayeres y mañanas,
no es que muera de ti, yo muero de amor,
de la fragancia de una desconocida flor,
del haz de luz que escapa de una estrella y su fulgor,
del cantar del ruiseñor,
del brillo de tus ojos al verme suspirar,
yo muero de tu cuerpo en mi cuerpo,
de tu boca en mi boca,
de mi desnudo arte en el centro de tu pasión,
de tu corazón que transforma mi espacio,
de todo y nada, en respuesta a este poema.
¡Quise ser aire,
y que me respiraras fuerte y te quedaras!
He visto a la verdad vivir furtiva,
a la libertad sacrificarse,
a la facilidad ser arrogante,
y a la tristeza mostrarse placer,
he sentido mancillarse oportunidades,
sufrir malos pensamientos,
engañar lo preciado,
he llevado a la estupidez a ser natural,
a probar lo no deseado,
a imaginar castillos en caminos de azar,
¡llévame, dónde todo es posible!,
y otra vez las alas en los cristales jugarán a llamarnos,
y el vuelo contemplará lo que hemos aprendido,
eres mi todo,
mi fuego despacio,
mi desnudo arte,
mi instante sin fin.
T de S
MRGC
Namaste