Si tú me amas déjate querer,
que quiero ser como la brisa,
abrazarte en mi pecho,
y sentir tus deseos en mi alma.
Si me amas no seas sombra,
que quiero ver brillar tus ojos,
en el resplandor de la noche.
No me quites tus besos,
déjame soñar en tus labios,
beber tu agua del amor,
mientras los ruiseñores cantan en la noche.
Tengo mi ventana abierta
para oir tu voz,
antes que mis ojos lloren tu ausencia.
Deja que la felicidad sea
la libertad de tu alma.
Que no se rompan
los sueños deseados.
Mírame con tus ojos negros.
Y que mi alma sea el amanecer
y tus ojos las estrellas.