Cuando miro el cielo, te veo volver
con tu cara fresca, yo te puedo ver
en un manto tenue, de inmentalidad
a traer sociego, mi tranquilidad
y luego te alejas padre, ya no estás
pero en el aire vas a perdurar
hasta que yo vaya contigo, a cantar
estas coplas vanas que nacen de mí.
No quiero escribirlas, te las digo así
como están saliendo de mi corazón
como a vos te fluye todo ese amor
que me estás dejando luego de morir
y aunque ya te has ido, yo te siento aquí
dentro de este cuarto, yo sé que tú estás
y es por eso que te digo ... ¡gracias Papá!