Que viva la vida, que viva el fervor,
que viva por siempre su gran resplandor;
que viva ser libre, brillar como un sol,
que viva ser hombre pleno de pasión;
viva mis amigos la gran ocasión
de decirle al mundo que sólo hay un Dios:
el Dios de la vida, el Dios sin rencor:
el Dios más supremo el Dios del amor
un Dios sin un templo y sin condición
que vive por siempre en nuestro interior
dirige el camino, silenciosa voz
llamada conciencia: Luz del Corazón...