Me voy apagando en el tiempo
como se apaga una estrella lejana
que desaparece para siempre
pero aún sigue brillando.
He dejado mi huella inserta
en cada paso que he dado,
con un amor que en las almas
dejó un lucero encendido.
Ese sentimiento profundo
fue una labor conquistada;
tallé mil formas de vida
como quien arroja un suspiro
al mismo cosmos virtuoso
CARLOS A.BADARACCO
20/3/14
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