Un minuto duró la desgracia,
Un minuto en el que los miles
De haitianos recordaban en su pupilas
sin brillo, su historia, su miseria
Llorando sin llanto, sin lágrimas,
Recordaban la esclavitud después del esterminio
Pasado el minuto recordaban esa isla partida
Ese mar desafiante
Sus galletas de barro emulando alimento.
Pensaban en su calles como rios secos
En sus rios llenos de basura
En la pestilencia de su cotiadinidad
Pensaban en ese limpio cielo azul caribeño
Que en otras tardes les trajo un huracan furioso
O una sequia despiadada
Una mano pequeña negra, pidiendo ayuda
Creciendo leve en un cadaver sin mirada
Esa angustia generalzada, ese grito sin voz
Ese llamado de auxilio sin respuesta
Los miles de negros tristes sepultados en las paredes
De sus casas, pensaban en la vida, en la puta vida,
Pensaban en la miseria que se reparte c omo el aire
En el dolor continuo que ya era todo lo que tenian
Lo que quedaba, lo único.
Morir ahora aplastados por las casas que con toda una vida
De trabajo. Se edificaron
La fe, y la iglesia, se cayeron
papa doc parecia la desgracia en su tiempo
baby doc fue peor, su sucesor
miseria extendida
el dolor, la angustia, la esclavitud
como quisiera tener un brazo divino
para alzar, los techados
para abrazar los haitianos, mis hermanos
como quisiera besar sus heridas
como quisiera que dios se despierte para ellos
que mis oraciones alcancen su cometido
hacer una sopa gigante y deliciosa
para irnos a dormir todos con la barriga llena
abrazados, mirando las estrellas
despidiendo a familiares, a los amigos
alzando un grito en las alturas
y amaneciendo en un dia mejor para
los haitianos, un dia en un mundo mejor
para mis hermanos, mis amigos