Lo siento, mundo, por no entenderte,
por no quererte, por huirte,
por odiarte.
Lo siento, pero me dueles
y no curas.
No besas,
ni vuelas,
ni gimes,
ni sueñas,
ni vives,
ni anhelas,
ni ríes,
ni bebes,
ni comes,
ni corres,
ni sales,
ni sabes,
ni juegas,
ni sientes,
ni nadas,
ni abrazas,
ni besas,
ni follas
aunque te joden,
ni te ayudan,
ni te animan,
ni te empujan hacia adelante...
Y te estancas
en un abismo más negro que la estrella más oscura,
y caes,
sin rumbo, a ningún lugar,
a ninguna parte...
Pero, ¿verdad que algún día te encontrará la muerte?...
¡Baah!... Lo siento, mundo, por no entenderte.