De la brisa matinal
un verso se hizo flor
brillante como un fanal
encarecido de amor.
Voló sobre la pradera
entre trigales dorados
se convirtió en madera
haciendo versos cantados.
La guitarra que los sembro
juntito a la sementera
en la noche los encontró
subiendo por la ladera.
Para brindar un poema
junto a los leños fogosos
para decirle a Ema
soy un hombre cariñoso.
La poesía le canta
al vuelo de los sinsontes
a la sonrisa que agiganta
a la mujer y sus montes.
La reviste como rosa
en su caminar cadencioso
en su mirada que posa
en el cielo silencioso.
A la dama de sus amores
el poeta le traslada
versos que son amores
a quien siempre será su amada.