Desvístete de madrugada
como la luna con su luz
que la noche,
tus cicatrices las perdona.
Deja ya el pudor
al velo de la sombra
que esta noche,
los desvelos, pone en un rincón.
Serpentina suspirada
desenrollate en mi lecho
con el ansia,
que late en tu pecho.
Piel de luna enamorada
amoroso para ti me vestiste
en el ansia,
que con tus dedos me conferiste.
Daría lo que fuera
para reposar en ti serenamente
en tu luz morena,
imaginando versos eternamente.
Taciturna entre tus piernas
con un poema en desafío
y tu luz morena,
afilando las palabras a mi oído.
Dentro...
El poeta dobla ya la sombra
de la noche y nuestras ansias,
la coloca en un bolsillo
testigo y peregrino.
¡Ha salido el sol,
continuemos nuestro andar,
por el camino!
Tizzia Holwin
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