Mi amor por ella fue una fuerza invisible que unió destinos
Un poder divino que forjó un camino en el que se encontraron la alegría y la decepción.
Un sentimiento noble y puro que quisó atrapar a la eternidad
Navegó por el eterno océano de la esperanza
Fue una triste canción que aun hoy sigue sonando en mi corazón.
Una ilusión, que hizo que por encontrarla una y otra vez lograse atravesar montañas y alcanzar el sol.
Abrió todas las puertas a una vida mejor.
Creando recuerdos imperecederos e imborrables
Abriendo ventanas a un mañana mejor.
A pesar de que, desgraciadamente, de ninguno de ellos fui el protagonista yo.
Pues su mirada fría e indiferente fue lo único que obtuve por mi esfuerzo.
Su mirada indiferente y algún que otro recuerdo hiriente.
Y a pesar de que mi sentimiento hacia ella llego a Construir palacios de amor y amistad
Desgraciadamente ni ella ni yo, jamás los llegamos a habitar