santos castro checa

ALUCINACIÓN ETÉREA

 

Estambres y estigmas
profusos y ardientes, 
volcán en erupción,
fogosa seducción.
Desnuda provocación
tus pistilos tan fecundos,
tus labios vulnerables,
luego, ¡tan excitantes!

La razón se extingue…

Flama abrasadora
tus candentes besos,
son locura entre las sombras,
fantasía delirante y frívola,
¡eternamente, este infame,
arder desfalleciendo...!

¡Deliciosos los orgasmos!,
¡Néctares balsámicos!
¡Delectaciones! ¡Cuán etéreos
esos recovecos
de tu piel en llamas…!

Exuberante necia,
en el hipnótico nocturno,
tu piel ya más rasgada
en mis jadeantes brazos,
furiosa se meneaba
tu litera desquiciada...

¡Extasiada, húmeda, ya rendida,
tus pudores eran libres!
¡Eran mías, mías,
tus cenefas curvilíneas…!

 En la cúspide desta gloria,
casta, diosa o señora,
de madreselva virgen,
exhalarme tu cuerpo laxo,
en pináculo egregio,
extasiadora esencia.

Luego, en el silencio,
acosarme
en el infecto hado,
en mascaradas muertas,
tu piel, ¡mujer, mujer!
Tus frescos ramos
compungidos en el martirio
de la cretina soledad...

No me basta tu ausencia...  

 

Ahmed Krentel