Contemplo la hermosa natura, me invade su espesura.
Escucho el trinar de las aves, ópera angelical.
La brisa suave, sutil, me envuelve, olor primaveral.
Se pierde mi observar en la inmensa y radiante llanura.
La yerba fresca, verde, acaricia mi blando plantar,
que desnudo descansa sobre su dorso virginal.
Su energía y su frescor penetran mi alma original.
Entre tantas hermosuras solo me resta cantar.
Canto que sale del alma, de mi profundo sentir,
que recoge en su inocencia todo mi pobre vivir,
me da fuerza, energía para afrontar el porvenir.
En este profundo silencio que toda mi alma envuelve,
Siento que todo se detiene, todo en mi se resuelve,
cualquier temor o sin sabor, lentamente se disuelve.
La soledad aquí presente, me hace entrar en mi mismo.
Una experiencia mística, no se trata de egoísmo.
Sentir profundo de un poeta, de su puro lirismo.
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