Desde que te miré, dije: -eras la indicada,
Ese andar cadencioso, esa linda mirada,
Esa voz tan serena y tu mirar de sol
Que a todos ilumina al pisar tu camino,
La rosa se te postra y se aparta el espino
Y llega presuroso a verte el arrebol;
Tú eres tan hermosa que quedaste grabada
Como eterno tatuaje en mi alma enamorada;
Quedaste prisionera virtual del corazón,
Y aunque el tiempo quisiera arrancar tu recuerdo,
Será vano su esfuerzo, porque todo lo pierdo
Menos a esa pequeña que alentó tal pasión;
Eres la consentida, la inspiración hallada
Cuando canto al amor, a esa ilusión dorada,
Que en mis brazos lloró reprimida pasión,
Vivíamos felices nada nos importaba,
Y con cuanta ternura junto a ti disfrutaba
Un mundo de romance pintado de obsesión…