En fascinantes arpegios refrescantes
tu húmeda tez mis sentidos alboroza
van copiosos los deseos prohidos
deslizándose en busca de la alcoba
en acordes de allegros que salpican,
mil compases fluyendo diluídos
liberando los instintos de su celda
en caricias, que escurriendo van aprisa
al encuentro de las viñas y su ofrenda
Los humores disfrutando su delicia
Cadenciosos los latidos cómplices,
empapados de miradas extasiadas de albricias
nuestras fauces de sus labios se alimentan
en los ritmos de solturas, cual las brisas
dimanando manantiales de sus deltas
en caudales melodiosos y abundantes
acompasan en sus pechos los pulsares
¡de dos almas que se entregan savia viva!
Copyright© 2014 Rocío Vega-Ponce