Sobre la fría montaña ya la noche se aproxima,se oye un andar cauteloso, por si una trampa, o una mina buscan refugio en la noche, cuando el enemigo acecha con el coraje de escudó y un fusil a la derecha.
Silenciosos, autelosos, inspeccionan el terreno pues no hay que dormir confiados , el enemigo es traicionero, se juegan , su alma, su vida, su familia y el honor por nuestra patria querida, que se abate en el dolor.
Pensando en el bien ajeno, por alguien que no conocen y cuando caen vencidos, solo les quedan honores, para ellos no hay año nuevo ni tampoco navidad, y su fe es la esperanza de algún día regresar.
Son la angustia de una madre que entre llanto y oración le pide a su Dios del cielo para su hijo bendicion y les, fue la vida entre angustias y vacíos por la ausencia de los suyos y crueldad de los impíos.
Maria del Carmen Arciniegas.