Aquél día llegaste rebosante de alegría,
enseñaste a la mente con paciencia,
cantaste para “Venus” con pasión,
rasgaste tu guitarra acompasada.
.
El amor se presentó y alentó los corazones,
las canciones, los números e ilusiones
se agregaron al hacer y descubrirse.
Más amor, más pasión y más canciones.
.
El dolor se presentó inesperado.
La partida, como huida fue presente.
La dama de la noche le robó…
.
El alma eterna con amor se desprendió
del cuerpo del amante que efímero
en polvo regresó a la eternidad.
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