Me emancipo de las ausencias
Y de tus recuerdos.
Me extirpo las alboradas
Dando tumbos
Y regurgitares ácidos.
Me divorcio de tus melancolías
De vasos vacíos.
Me he de amputar tus caricias
Encarnadas a los huesos
y las auroras.
He de sepultar los sonidos
De tus palabras Celestiales.
Funerales de olvidos
Con rosas glaciales,
Y cigarrillos marchitos.
Me he de arrancar el alma
De tajo,
Esa que te ama,
Y que ya no aguanto.
Vendando las llagas
En el pecho flagelado.
Coser con hilo
De estepor y desengaño.
Cicatrizando
Detrás del filo de navaja,
Aquel desencanto
De romper en llanto;
Ahora verle en vilo,
De lejos,
Y yo aún bebiendo,
Aturdido,
cabizbajo,
Dando tumbos,
Como ebrio desauciado,
por el mundo
vagando,
Con tus poemas en mano.