Aquiles con sus capuchas
sin cacos y sin escudos;
enfrentan al opresor que nada escucha
y frente a la cámara se pone mudo.
Barbaridad ante los ojos del mundo
pero caso omiso en la pantalla,
tras ella morteros y balas estallan,
y el presidente y sus bolsillos inmundos.
Heridos tras barricadas se abarrotan,
Lagrimas inundan ojos de madres,
y colectivos en motos azotan.
Gas, perdigón, bala y vinagre,
es lo que abunda cuando protestan
estos Aquiles con lagrimas de sangre.