Alexander J. Montero

El Tigris y el Eufrates.

Hoy los demonios de mi corazón

y los de mi mente se han reunido

para decidir algo que parece estar mal.

Hay estrellas en mi que solo se pueden mirar

en mis noches mas oscuras

y lo mas profundo de mis pupilas y su mar,

hoy hay cosas que tratar,

lineas que definir y amores que ordenar.

Hay flores nuevas por abrir

en mi alma, pétalos de colores

que nunca antes vi y que temen mis demonios

la forma con la que con esto abremos

de coexistir y la manera en la que se han de tratar,

no es una guerra, es un armisticio temeroso

por ambas partes pues las aguas se enturbian

y son bravas las mareas,

los caballos se asustan corren y vuelan

dentro de mi un huracán de revolucionarios vientos

de aires que borran viejas lineas, atajos y caminos,

que cambian la vida,

me toma por sorpresa, el aquelarre temeroso

se confiesa y viene el cambio

montado en los caballos que hizo volar.