Hay un encanto en la flor que muere
que me hace pensar en la flor que nace
ignorante y sublime
ya que he perdido el corazón sigo esperando
y he empezado a creer en lo imposible
camino sobre avisos muy profundos
sobre un manto que desciende desde el cielo
y tengo una pelea con el tiempo
que rehúsa a ser confinado
a sus dimensiones normales.
Porque te aman mis sienes y mi sombra
porque tus ojos me siguen y me siguen
le dan alcance a mis parpados dormidos
tú me despiertas
voy contigo
a cuidar la cebada que florece
como el único motivo que me mueve.
Porque amo tu voz aunque no suene
Y veo la sombra de tus pasos
Porque es locura
Y nos queda tan poquito por delante
Invertiré hasta mi último suspiro
más que sueños
en este dichoso destino
de gastar nuestras vueltas por las nubes
de no pelear en vano las batallas
y no dejar que las manos se derrumben.
Hay un encanto en la flor que muere
que me hace pensar en la flor que nace
Igual que nosotros un día.