Vale la pena
que me arranque
la piel la mañana,
cuando no estás,
si en las noches
nuestro aliento
es uno sólo
y logramos
sintetizar
el amor, la pasión,
anhelo, deseo, ternura,
todo en un beso,
un beso que se funde
en las agujas
de un reloj
que se vuelve de arena,
suavizando el tiempo,
tiempo que es tuyo,
ese tiempo
que no puede resistir
el coraje de tus uñas
caminando por mi espalda,
el estremecimiento
de las sombras
que pintas en la pared,
la luz de tus ojos
menguando
el tedio de la vida,
los dioses que se escapan
en cada suspirar,
vale la pena
que me arranque
la piel la mañana
si por las noches
muscalizamos el amor
otra vez.