Donaciano Bueno

Amor equivocado

¡Ay, amor, quién fuera tu asistente

para mitigar mi estado de locura

que me retiene sumido en la amargura

sin conseguir apartarle de mi mente!

 

Desearía acceder a esa tronera,

allí donde se acomoda la cordura,

si a este amor que tanto me tortura

con una goma de borrar pudiera.

 

Todo lo que tengo para lograr yo diera,

sustituyendo, es lo que haría lo primero,

a esta pasión que a mi me desespera.

 

Y de esta forma deshacer esa quimera

para jamás desear a quien yo quiero

amando sólo a aquel que me quisiera.