De la noche fría, se vuelven costuras pasadas,
costuras candentes en mi alma herida,
el frio de la noche rompe todas mis costuras,
las abre con dolor, el corazón vuelve al pasado
y la propia nostalgia derrama mis lagrimas.
Hablo de las noches frías, crudamente lloradas,
botellas derramadas en el vaso claudican al frio,
claudican el pasado perdido y claudican al dolor,
las sabanas secan mis lagrimas y absorben el alcohol
que cae por el cristal, como lagrimas por mis mejillas.
Recuerdo esas mismas sabanas secando nuestros cuerpos,
secando el sudor de nuestros entrelazados cuerpos,
sabanas que cubrían tu cuerpo, acariciando tu piel,
piel que curaba mis heridas más profundas,
traías la cálida noche, y alumbrabas las lunas.
Lunas de noches pasadas, cargan hoy mis recuerdos,
recuerdos claros, bellos o consolados momentos,
caricias recibidas a la luz de tu luna mas lunar,
y de tu lunar mas alucínate, hasta las pecas insignificantes,
se que no las volveré a acariciar, en sueños quizás,
en noches de luna llena, soñare soñando de ti.