Juan de Dios Jose

Y YO ESPERO

Henos aquí sin cruzar palabra,
cohibidos al sentir en el aire
la música interior de este instante,
que nuestros corazones delata.

 

Y yo espero sin desfallecer,
con fe en buenos auspicios del Cielo,
que en pos de mí digas a tu vez:
«¡Yo también te quiero!»

 

Muy pronto me atreveré a abrirte
mi deseo en lenguaje de llamas,
que con ardor y con toda el alma
tú me suplicarás traducirte.

 

Y yo espero y confío en Dios siempre,
pues de continuo y por dondequiera
oigo esta canción que me advierte
de no olvidar su promesa cierta.

 

¡Dulcísima balada incompleta!

Tú la acabarás en el futuro,
cuando al escuchar algo tan puro
tú mismo te vuelvas mi poeta.

 

Y yo espero y te amo en verdad.
En breve te lo diré.
Y a continuación tú harás igual,
o al menos lo soñaré.