Creo recordar un viento plateado,
un verde fulgor en el follaje.
La vida de un mundo sin traje
la vida que hoy, casi he olvidado.
Creo recordar la danza del pasto,
incluso vi sueños nadar en la aurora.
Y hoy me cuestiono dónde mora,
la visión que un día me dio ese encanto.
Qué fue de esos ojos brillantes y altivos,
que un día besé y me brindaron la luna.
Qué es de esos brazos, de mármol la cuna,
donde nacieron mis sueños más vivos.
Qué fue de esa mujer que con sus suspiros,
llenaba mi alma de luz e inocencia.
No se lo que hice no tuve conciencia.
Deje separar nuestros caminos.
Al alba sufro su ausencia y adoro sus recuerdos,
al ocaso gano demencia y la busco en mis sueños.