¡Infeliz corazón abandonado!
Por soñar tanto no te diste cuenta…
Que abandonabas a tu propio cuerpo…
Frío e inmóvil detrás de la puerta.
Los brazos caídos, plenos de olvidos,
Los ojos fijos, las manos vacías,
Los labios mordiendo aquellas palabras…
Que tal vez, nunca más, repetirían.
¡Infeliz corazón decepcionado!
Por huir detrás de aquella mentira,
No importó dejar un pecho abierto,
Desangrándose después de tu huída.
¡Infeliz corazón! ¡Tan inocente!
¡Te enamoraste de quién no debías!
Y por seguirlo a él que no te quiere...
¡A quien te quiere dejaste sin vida!