http://www.goear.com/listen/4264419/tu-perfume-mujer-poemaLeyendo el diario estoy,
hoy, sentado en el banco
de una plaza.
Leyendo noticias
del mundo.
El noventa y dos por ciento
son...amargas, tristes...
Delitos, corrupción,
inflación, coimas,
asesinatos, violaciones,
asaltos, muertes,
mentiras, ignorancias,
drogas... y más, más...
Me dan ganas de destruir
en miles de pedazos
estas tan desalentadoras noticias...
El cien por ciento
son de mi país.
Me abstengo de seguir opinando,
como siempre, todavía deseo
seguir viviendo,
y que nadie me mate
por decir todo lo que pienso...
Veo caer a mis pies,
un pañuelo de mujer,
lo levanto, en él
hay dos letras bordadas:
L.R., aspiro su atrapante perfume.
¿Qué aroma tiene?
No sabría precisarlo,
es, como si tuviese
sabor a frutillas.
Su aroma maravilloso,
me llega hasta el estómago.
Miro a mi alrededor,
hay muy poca gente
en la plaza.
A pocos metros de mi banco,
una mujer sentada,
pensativa, como si no
estuviese donde está...
Una mujer pensando
y yo, tratando
de imaginar
que ese pañuelo
suyo es...
No lo sé, pero ese presentimiento
tuve, sin animarme a cometer
la indiscreción
de que si ese pañuelo le pertenecía.
Me quedé observándola largo tiempo...
Se me ocurrió, y me animé,
acercarme a su banco,
y sentarme en él.
Llevaba mi diario estrujado,
y mi corazón acelerado.
De soslayo la miraba,
pero ella ignoró mi presencia,
sus ojos estaban
contemplando las nubes del cielo.
Se me ocurrió algo...
saqué el pañuelo
de mi bolsillo, y lo dejé
sobre la palma
de mi mano derecha.
Volví a aspirar su perfume.
Y a los pocos
segundos,
ella gira su rostro hacia mí,
y observa el pañuelo.
Después, sus húmedos ojos,
miran los míos...
Quedamos mirándonos por...
sesenta segundos, tal vez.
¿Es de usted?, le pregunto.
Sí, me responde.
Tómelo, es suyo.
Su perfume ha
seducido mi olfato.
Es exquisito...como usted.
¿Cómo sabe usted
que soy exquisita?
Por el perfume de su pañuelo,
por su presencia, y por
esos, sus ojos...
Gracias por tan hermosos elogios
señor...
Pablo es mi nombre.
Laura, es el mío.
Usted...está muy triste, Laura.
¿me equivoco?
No, no se equivoca Pablo.
¿Podría hacer algo para
ahuyentar su tristeza?
No tengo familia.
Estoy solo en el mundo.
Pablo, también yo
estoy sola en el mundo.
Laura, ¿le agradaría
que caminemos un rato
y vayamos conociéndonos
un poco más?
Sí, Pablo, me agradaría mucho.
Vayamos entonces, Laura,
caminemos...
¿Me permite tomarla
de la mano y seguir
aspirando el perfume
de su cabellera?
Sí, Pablo, tómeme mi mano,
aspire mi perfume,
y sigamos caminando...
¿hacia dónde?
Nos hemos de dar respuesta,
una vez que más
nos hallamos conocido, Laura.
Soy muy feliz de caminar
con una mujer tan bella
como usted...
Derechos reservados de autor( Hugo Emilio Ocanto - 25/03/2014)