Puse en un barco hecho de espumas
mis anhelos, mis recuerdos de amor
y mis nostalgias.
Solté las amarras, levé anclas,
lo lancé hacia el mar para que naufragará,
para poder olvidar hasta mis añoranzas,
para no sentir este dolor que me consume
porque es triste partir cuando quiero quedarme.
Iba mi barco flotando entre las olas
y los huracanados vientos, arremetían
Con fuerza despiadada sobre sus velas.
Naufragó al fin y yo con él y todo lo que llevaba
las olas me arrastraron hacia húmedas playas
con la piel desgarrada y el alma rota;
y ahí quedé sin fuerzas…,desmayada...
Y con el alma aún atormentada.