De mi amor quisiera regalarte
ese sueño que abarque el infinito,
nuestro eterno callado, amante grito
que alimenta el sentir
ilusionado.
A tu pluma mi pluma compañera,
a tu alma la mía siempre eterna,
a llevarte la luz de una quimera
abrazada de ti,
junto a tu lado.
Yo quisiera, deseo regalarle
a tus sueños, los míos enlazados,
entre letras surcando inmenso cielo,
habitando el sin fin
de lo soñado.
Con las alas de dos muy abrazados
en poesía sutil y enamorada
regalarte la magia y el misterio
aferrada al sentir
de nuestras almas.
Un regalo que lleves y perdure,
que acompañe tus horas de POETA,
un regalo que llegue iluminando
como estela de luz
de algún cometa…
que te abrace, proteja y arrebole
en eterno cobijo de mi anhelo
que poesía de la tierra al cielo,
a tu pluma
de eterno enamorado.
©Autora Alicia Almeida*Diluz
¿Qué os admira? ¿Qué os espanta, si fue mi maestro un sueño,
y estoy temiendo, en mis ansias, que he de despertar y hallarme
otra vez en mi cerrada prisión? Y cuando no sea, el soñarlo sólo basta;
pues así llegué a saber que toda la dicha humana, en fin, pasa como sueño,
y quiero hoy aprovecharla el tiempo que me durare, pidiendo de nuestras faltas perdón,
pues de pechos nobles es tan propio el perdonarlas.
De: “La vida es un sueño”
Pedro Calderón de la Barca