Un avestruz estaba
corriendo por la pradera
y un águila que volaba
le dijo: Epa compañera
mueve tus alas
y conmigo vuela
elévate a las montañas
que Dios de buena manera
nos dio dos alas.
Y el avestruz
En forma sincera
le dijo: doña parlera
por qué tanta alharaca
mejor corramos
y deje la perorata
que para eso Dios
nos dio dos patas.
Dios en sabiduría suprema
da alas y da patas
y cada quien a su manera
sabrá usarlas con gracia.
Autor: Alejandro J. Díaz Valero
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Bajo el Nro. 55620314
Maracaibo, Venezuela