CIUDAD BLANCA
Te llaman Ciudad blanca
porque tienes el rostro transparente
y el alma cristalina
de tus ríos, tus lagos y tu gente.
Hace como dos siglos
que la furia de un dios enardecido
todo lo que tu pueblo había construido
echó por tierra con dolor y muerte.
Pero no tu tesón, no tu pujanza;
no el fuego prometeico que guardaste:
por eso, valerosa, retornaste
y eres, hoy, paradigma de esperanza.