Lo que a continuación les cuento, me sucedió cuando en la facultad me pidieron como tarea, HACER EL AUTORRETRATO DE ALGUIEN CUALQUIERA...Y ALLÍ COMENZÓLA HISTORIA.
Al primero que fui a ver me dijo: vení a las tres de la mañana que a esa hora tengo tiempo, otro me respondió que lo dejara de joder y sobre el pucho se acordó de “mi hermana”
Así sucesivamente con todos, hasta que se me prendió la lamparita y me acordé del señor mayor que vive frente a mi casa, total me dije... no tiene nada que hacer.
Les cuento que la casa no es precisamente un hotel cinco estrellas que digamos, más bien un apartamento tirando a “aguantadero” de soltero”, golpeo y me abre la puerta diciéndome :¿qué hacés muchacho?, hola don Juan ¿puedo pasar? pero como no, adelante, “si sabía que venías no le daba franco a la mucama”, no joda don Juan vengo a pedirle un favor.
Acto seguido lo puse al tanto de mi necesidad, mirá pibe, si es para sacarte de un apuro está bien, espero que no sea una “pendejada” para nada, le contesté. Al entrar me llamaron la atención tres diplomas que tenía colgados en la pared, eso si que no pensaba encontrar allí, pero al momento retomé lo que me había llevado hacia él...y comencé mi trabajo.
Dígame: ¿como es un día suyo? me miró como para cargarme pero me perdonó la vida (es un decir) y me contó: me levanto tipo seis de la mañana, apenas abro los ojos y me doy cuenta que estoy vivo, miro al cielo y agradezco por ello, ANTES ME REÍA DE AQUELLOS QUE LO HACÍAN...AHORA LO DIGO BIEN EN SERIO, ya te vas a dar cuenta cuando los años te hagan ver las cosas de otra manera.
Bueno, me afeito, una ducha ligera, un par de mates y rumbo al gran escenario donde ves realmente a los actores ..REPRESENTARLA VERDADERA OBRADE ¡VIVIR!, hago acopio de un montón de miserias humanas (de entrada ¿viste?) para luego ir al encuentro de mis amigos los pájaros, pareciera que me estuvieran esperando en el parque, les tiro unas miguitas, ya ves que con tan poco soy feliz y hago felices a un montón de seres vivos, que con sus gorjeos nos alegran la existencia, acto seguido y al pasar saludo a un viejo amigo: EL BUZÓN DELA ESQUINA, receptor y destinatario de un sinfín de esperanzas...QUE ALGUNA VEZ DEPOSITÉ EN ÉL.
Sigo caminando y bebiendo la alegría de divisar las cosas valiosas que a montones nos ofrece “la providencia”, prestándole mayor atención a estas cosas lindas, porque las malas... SE IMPONEN POR MAYORÍA.
Luego me pego una vuelta por algún hospital, tengo dos motivos para hacerlo, primero para tratar de ser útil a gente que está padeciendo algún dolor y para colmo está sola, en segundo lugar, para darme cuenta lo privilegiado que soy...AL ESTAR SANO.
Cuando estoy un poco cansado busco un lugar donde tomarme un café, siempre trato que sea en algún antiguo bar, están llenos de recuerdos...y un olorcito que no sabría explicar.
Mientras disfruto de esa infusión, saco mi libreta y anoto vivencias que luego me ayudan para escribir algún relato o alguna poesía (nadie es perfecto).
Al filo del mediodía “el piloto automático” guía mis pasos, hacia mi querido refugio, como algo frugal y mientras lo hago, comienzan mis vuelos imaginarios hacia algún lugar en que prime la felicidad: ¡ES TAN DIFÍCIL VIVIR!.
Al atardecer, esa hora en que el sol se “va a barajas”, me gusta incursionar por cualquier barrio de mi ciudad, tiene tantos lugares hermosos, me empapo de sueños y me calzo mi traje de nostalgias para así hacer las caminatas más lindas, siempre prevalece en mí el ferviente deseo que a la vuelta de una esquina soñada, me choque con ese antiguo amor que desgraciadamente...NO PUDO SER, y escuchando su voz diciéndome: LLEGASTE AL FIN...¿POR QUÉ TARDASTE TANTO?.
Observé que se le nublaba la mirada mientras esto decía y con la vista perdida terminó diciendo:¡HACE TANTO QUE NO ME AMAN!.
Estaba en lo mejor del cuestionario, tenía la impresión que me iba a contar muchas cosas más, cuando se me ocurrió inquirir el motivo de esos diplomas colgados de la pared.
Me pareció que Don Juan no quería adentrarse en eso, titubeó pero al fin me dijo: vení que te explico, ¿ves este? me lo dieron mis amigos después de insistirme hasta el hartazgo, que lo que estaba haciendo no tenía ningún sentido, los esfuerzos y peligros que corría eran en vano, ¿de que se trataba pregunté? y me contestó: me jugué tantas veces la vida y la libertad porque tenía principios y convicciones, luchando siempre por un mundo más justo y feliz para todos, donde ser humilde no fuera sinónimo de desesperanza.
Leí lo que decía el escrito: AL MÁS ESTÚPIDO DE LOS ARGENTINOS...POR CREER EN CUENTOS DE HADAS y el otro ¿quién se lo dio? quise saber:LA CONFEDERACIÓN DECRÉDULOS Y SALAMES DELA REPÚBLICA ARGENTINA, POR RECIBIR ESPEJITOS DE COLORES EN PAGO A HABER HECHO BIEN “TODOS LOS DEBERES”.
Y el tercero Don Juan ¿de quién lo recibió? este me lo obsequió el club al que pertenezco, en letras doradas alcancé a leer: A JUAN PUEBLO, POR SU PERSEVERANCIA Y DEDICACIÓN PARA FRACASAR EN TODO LO QUE EMPRENDIÓ: “EL CLUB DE PERDEDORES” A SU INSIGNE SOCIO.
No tenía ganas de preguntar nada más, estaba todo dicho...le di las gracias y me fui.
A LO LEJOS AÚN SE ESCUCHABALA RISA DEDON JUAN
Boris Gold
(simplemente…un poeta)