Entre la manos tengo amarillentas
las hojas ajadas por el tiempo,
esas cartas donde me diste aliento
cuando a la distancia, eran sus momentos.
Ese rouge como sello estampado
de tu amor alegre, encadenado
que en un arrebato de locura
a mis labios he llevado con premura.
Si sentí tu aroma en lirios enjaezados
haciendo una antigua caricia
con tus besos algo ajados
me dijieron eres mi delicia.
Vuelvo a ponerlas en un cofre
donde seguiran durmiendo
para que un día cualquiera
vuelvan a mis sueños queriendo.