Quiero quitártelo y a la vez no quiero,
preámbulo hermoso de lo que voy a ver,
soy en tu cuento como un lobo fiero,
fiereza que consiste en amarte, mujer.
El acto de quitártelo tiene que ser lento,
que las ansias en mis manos se sientan,
soy ahora el protagonista de este cuento
y no dejaré que mis manos te mientan.
Me bastaba con ver una tira y su color
y ahora ante mí, veo la pieza completa,
en mi cuerpo ardiendo predomina el amor
y mi corazón que te ame, ya lo decreta.
Es como una nube tapando tus soles bellos
y ya me dispongo a librarte de esa nube,
tus soles me conocen, musa fueron ellos
de un poema escrito en un sueño que tuve.
Quiero quitártelo y… ¡qué momento!
De ser hermosa creo que no te cansas.
De mis deseos tanto le comenté al viento
y él nunca me negó contigo esperanzas.
Te basta ser mujer, no hay quien lo evite,
prepárate a hacer de suspiros un derroche,
aflojo tu sostén y verás cuando te lo quite,
a un hombre ardiendo en tus soles esta noche.
Poema original de Álvaro Márquez
Venezuela
Todos los derechos reservados
27/3/2014