... Y en la noche, escribir con llanto el nombre de la mujer amada en el frío piso, mordiéndome los labios, para no pronunciar tu querido nombre ...
syglesias
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LA MUJER INCOMPRENDIDA:
Casi tan gris como es el mar en invierno, se muestran tus ojos glaucos, cuando la tristeza invade tus pensamientos y en silencio miras a través de la ventana, mostrando al horizonte húmedos sentimientos por ese querido ayer sobre tu pecho, que desfavorablemente se desvaneció como un divino espejismo intentando alcanzarme en el corto camino de un pestañar, para tomándome entre tus brazos, rescatar besándome los labios la pasión antes habida...
Casi tan gris como es el mar en invierno, son el color por ojos de la mujer amada cada amanecer, despertando en sumida y dolorosa soledad mojada, que va amargando de a poco sus sueños, desvelando ansias aletargadas que son ausencias reiterativas por sensibles carias en la piel, desnuda, frente al espejo por vida que te ha correspondido vivir, viendo aparecer cada día las huellas imborrables e imperdonables de los espacios, sin tiempo de amor...
Casi tan gris como es el mar en invierno, es el tono de pesar reflejado de mañana en tu semblante, mirándome lejana, pero recordando ese pasado hermoso que en un comienzo demarcó nuestras almas enamoradas, tomándonos las manos, denegándote a olvidar como si fuera una promesa inviolable que le has hecho a Dios, pese de hacerte más daño que bien, llorando como una mujer incomprendida encima de la almohada como tu único y fiel confidente que nunca dará buenos consejos.
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Sergio Yglesias García
Caracas. 27/03/2014 10:25 PM.