Araceli Vellber

Miedo

 

Vació el aire la noche

La llenó de llantos, entre la ira

De las manos del vagabundo,

De la cara de la prostituta de la esquina.

Vació el aire la noche

Junto al rio de la nada,

Aquel que pasa y todo lo arrambla

Como las palabras esconden las cosas olvidadas.

Vació la noche

Todo aquello que nos ataba

Por vaciar, vació mi garganta

Mi voz, mi habla, mi cara y mi alma

El hielo, petrifico mi estampa

La dejó cubierta de escamas azuladas

Como la luz mortecina de la Luna nublada

Como las aguas turbias que nos bañan.

Se quedó en silencio, el habla

Sin color, mi cara

Calló, mi alma

Y mudé, mi camisa blanca por una piel escasa,

Entregué mis labios a quién los besara,

Mis manos, a quién me saludara,

Mi habla, a quién me escuchara

El corazón es mío, me ayuda

A poner color a tus labios

A poder mover mis manos

A darle voz a mí habla

El resto lo reparto como pueda, entre migajas,

Para cuando salga el Sol, calientes y con agua

Se reproduzcan dentro de la nada

Para convertirlo en una luz de esperanza.

Vació el aire la noche, y me encontró dormida, en otra cama.