Sabes que siempre te he querido,
pero sinceramente
no me explico
qué es lo que te pasa últimamente.
Desde que has recibido
esos millones de herencia,
de nuestro querido padre,
que en paz descanse,
eres otra mujer.
Discúlpame, pero te noto
distinta, hasta diría
más egoísta.
Somos tus hijos.
Como somos los de la
MADRE PATRIA.
Haznos compartir
tu fortuna.
¿Qué es lo que piensas realmente
hacer con tanto dinero?
Podrías hacer excelentes inversiones.
No sé... ayudando a los enfermos,
a los sin trabajo,
a los que no les alcanza el sueldo,
a los pobres desdichados ancianos,
a los niños que se mueren de hambre,
a los que no les alcanzará
a pagar el agua, el gas...
después la luz...
¿y después, qué más?
Mamita querida,
sensibiliza un poco más tu corazón,
y haz que todos nosotros,
tus hijos, podamos vivir mejor.
Derechos reservados de autor (Hugo Emilio Ocanto -28/03/2014)