En el mar de esa mujer,
encuentro la sal , que son sus palabras
el oxigeno de amor que me falta,
el agua, que trastoca mi cuerpo.
Y la arena que empolva destiladamente mis ansias.
En el mar de esa mujer
renace un celo inmortal,
que me ahoga el respirar,
y en el mismo me insita a proteger.
En el mar de esa mujer ,
encuentro mas cerca la profundidad,
la orilla se perdio desde su agridulce voz,
la misma que me cuesta olvidar.
En el mar de esa mujer,
solo vaga mi transparente pensamiento,
pues el corazón lo intentó envolver,
en las saladas palabras de mi sortilegio.
El mar de esa mujer
es laberinto de deseos,
pues me olvido del vacio que merezco
y ella simplemente pide melodiosas barcas de entendimiento..