La noche que te vio nacer oh luna,
debió ser sin duda la noche más bella,
el cielo ya contaba con estrellas,
más cerca de la tierra no había una.
El infinito espacio fue tu cuna
el ejército celeste y sus centellas ,
te heredaron la luz que hoy destellas,
y fuiste del romance la fortuna.
La tierra alzo su voz en armonía,
el mar con el bramido de sus olas
el viento al trino de las aves se unía,
desde el campo a las ciudades se oía,
y los hombres entonaban a una sola,
un poema a la luz que les nacía:
Brilla hermosa la luna en las alturas,
tiene pechos y labios de mujer,
mira firme con ternura a todo ser,
con una mirada sincera y pura.
El reflejo que cautiva las criaturas,
va dejando su huella por do quier,
que va llegándose al anochecer,
como una dama de cándida hermosura.
Unos al verla se volvieron locos,
otros la miraban como una meta,
y los que le ignoraron fueron pocos;
De todo el que le vio en este planeta,
admiración no falto tampoco,
y alguno que le amó, y se hizo poeta.