Extraño a veces mi antigua casa,
3 habitaciones para 9 personas,
con 4 guardias para controlar nuestra violencia,
24 horas controladas con un plan de actividades
tan divertido como lo es la vida,
levantarme, cagar,
comer, cagar y acostarme de nuevo.
Recuerdo nuestros campeonatos
de ping pong en el patio
y que yo jamas llegue a ser el primero
pero era el tercero de 12 que participabamos,
mientras que en \"el mundo exterior\"
soy el tipo mas malo, soy un perdedor...
recuerdo que a las 4 de la tarde me sentaba
en una silla en medio del patio
(las primeras veces me preguntaron el porque,
luego me dejaron en paz)
a mirar por la reja,
una pequeña abertura en el techo
que me dejaba ver una pequeña franja de cielo
y me ponia a escribir,
dibujar,
en el silencio,
con esa tranquilidad que algunas veces
me hizo entrar en crisis y por las cuales
me gane una buena inyeccion a la vena,
hice mas de 100 representaciones artisticas
de la muerte y el abandono
y entraba por contrabando ron
para no volverme loco.
Se supone que sali de ese lugar rehabilitado,
seguia siendo alcoholico, seguia odiando al mundo,
seguia creyendo en un maldito apocalipsis
y seguia teniendo ganas de quemar a todos...
A veces deseria volver a entrar para darle una tercera oportunidad
a ese manicomio...
Un spa gratis para mi y otra batalla
entre la psicologia y mi genio para ese lugar...