vida sin muerte
Sabiduría interna del pensamiento
impetra con melodías armoniosas
mover arista silenciosa del tiempo,
superficie única, eterna deliciosa.
Superflua necesidad contradicha
persecución en anales de las eras,
intelecto en busca de la verdad
sabueso en busca de imposibles
ansia asesina sin paga disponible,
gratuita orden prepara sin piedad
atentado a la muerte en tajo libre,
¡Oh! Áncora, deja descansar tus manos.
Súplica urgente en multitudes
como hierba, que aglomerarse van,
huracán de voces a constelarse vuelan,
dibujando mapa de concesiones,
concesiones para eliminar la muerte.
Abecedario voraz grito a la deidad
oleaje de palabras rostro de ansiedad;
dos tercios dios, tercio humano Gilgamesh,
impaciente clama su derecho a eternidad
pionero valiente en busca de igualdad,
fatiga los caminos, alimento del estrés
que exasperado desangra las entrañas,
e inmolándose por su preciada causa
encuentra bien viva, esquelética guadaña.
Innumerables han amado, vida sin muerte
desaforados han olvidado la vida misma,
en aquelarre han bebido su sangre pura
han rasgado y comido su carne amadísima,
esperando argentadas alas, y volar eternos
ignorando que la muerte como ente vivo
nos hará vivos y libres al último respiro.
Autor: Francisco Javier Betancourt.
Reservados todos los derechos.
Nota: Gilgamesh, hijo de dioses Annunaki. Encuentre: los Annunaki, historia del origen de la humanidad.