Raúl Daniel

Sueño-visión nº 2

Sueño-visión nº 2

 

El sueño-visión que sigue es mil millas mar adentro

y seis de profundidad…

Base subacuática La Esperanza, propiedad de La Hermandad.

Se oye música de Bach,

todos están muy ansiosos, hoy llega el submarino,

¿Qué noticias traerá?, ¿Habrá terminado la guerra?,

¿Cuándo serán relevados?, ¿A cuántos les tocará?

 

Esteban está contento, podrá mirar otros rostros,

sobre todo el de “ella”…

Tres años que se la prometieron,

pero no había presupuesto

ni becas en la academia…

 

Él se cansó de “prestar” a las mujeres ajenas.

Y se encuentra emocionado, ¡por fin podrá compartir

y devolver el favor que sus amigos le hicieran!

Tres semanas se pasó para aprender el francés,

pues la quiere sorprender mostrándole elegancia,

porque ella es de Lyon, ciudad de lo que era Francia.

 

En su extenso Currículum leyó que es Ingeniera

Hidráulica y experta técnica en fisión nuclear e informática,

además con ojos verdes, pero de tez morena.

Va a ser muy envidiado, todas por aquí son rubias

y ninguna tan experta…

 

Le informaron que aceptó ingresar en el programa,

firme y de buena gana, porque le gustó el informe

de cómo era “Abajo”, que nunca falta trabajo

y no hay problemas sociales, que todos son amorosos

y sin traumas religiosos, que hay mucha seriedad

y también seguridad, porque la gente es muy buena.

Y que también le gustó la foto adjunta del receptor,

(o sea la foto de Esteban…)

 

Esteban nació en la Base y no le interesa viajar,

la verdad es que tiene miedo por lo que cuentan de “Allá”,

de la vida subterránea, de las guerras, la comida,

pero lo que más le aterra: la poca seguridad.

Aquí se comen los peces, algas y en los viveros

se cosechan hortalizas y pronto frutas habrá.

 

En la reunión del domingo mostraron los adelantos:

Peras, kiwis y manzanas, cítricos, también bananas.

Orgulloso, el director del vivero explicaba:

-“Esto es sólo el comienzo, la vida continúa acá,

“arriba” ¡es un infierno que nadie logra arreglar!”