¡Mi querido poeta!
Con la mirada cansada
y el corazón callado,
hoy te encuentras.
En los recovecos de tu mente
en tu noche, sólo silencio.
La indiferencia visitó tu morada,
la esperanza se olvidó de la cita
y no encuentras su voz.
Un estar sin estar,
un vagar, una huída,
no hay regazo donde apoyarte,
ni tan sólo oración.
¡Mi querido poeta!
Resumido a pequeño estanque
vuelve a ser mar
y cubre con bravura tus Poemas,
que dan vida.
En estos días,
donde miles de hombres se odian
y matan entre si,
donde miles de seres mueren
sin razón,
vuelve a cantar lo imaginado
despertando los sueños dormidos.
Apacigua las olas del rencor
consolando el desgarro
y con tu místico cincel,
descríbenos el amor.