Desde las albas de párvulo encuentro
tus palabras genuina bienvenida me dieron
creció el cariño en ulteriores lapsos
aún si la sangre distinta portamos.
Siempre recuerdas las fechas de fiestas
lo que deseo y prefiero, lo encuentras
envuelves apego en papiros y cintas,
también el perfume que comenté optaría.
Perpetuo tu apoyo y amor nos has dado
en nuestra unión que perdura en los años
confiaste en que nuera perfecta sería
ocupando el asiento de segunda madrecita.
Un poema, rosas y mi alma te obsequio
amor incondicional para ti, hoy festejo
en un día más de disfrutar tus regalos
¡Día de la Madre feliz, mereces halagos!
Copyright© 2014 Rocío Vega-Ponce