A veces me tomo del aire
Y comienzo a escribir mis letras
Con una compu de locuras
Con mis manos que tiemblan al tiempo.
Y sigo escribiendo mis letras
en este universo infinito,
estoy metido en la nada
pensando en hallar al todo
La vida se identifica
con dolores de parto ardiente,
con empedrados de asfalto duro,
con silentes espacios turbios.
Allí estoy yo, recostado en aquel rincón,
mirando a la gente oculta
tras un fingido argumento
“Vivir con la soga al cuello,
con los ojos vendados con lienzos,
sumergidos en un rumbo con sinos,
con los sinos entre cada dedo”
Se van perdiendo equilibrios,
la demencia va naciendo de a poco.
Que me importa la alabanza falsa
la que me entrega sólo vacío.
Alabanza que viene de la basura
de gente que no sabe nada
y busca mancillar al otro
aún sin saber un pito.
Esa gente no vale nada
aunque crea valer un poco
Me dicen que busque optimismo
y veo que es un mundo hipócrita,
que miente para ser feliz
cayendo luego en demencias,
en un mundo careta.
Y no hay espacio en el tiempo
para albergar tanta locura.
Hoy estoy realmente triste,
mirando a la gente triste,
llorando espacios tristes,
donde el mundo muestra lo triste;
expone llantos y sellan las rutas
con lágrimas de gente triste.
Quizás recoja testigos
de esto que estoy diciendo.
No podemos mentirles más,
porque ellos ven lo que sienten,
ven fantoches danzando
con armonías de tintes grises
creen que se divierten
y fingen amarse un poco.
Me gustan los que están laburando
por un mundo mejor de en serio,
si lo hacen es porque están viviendo
en un mundo podrido en mugre,
valores que se han perdido
sentimientos que se van muriendo.
Nada más con mirar al mundo
sumido en profanas tristezas.
CARLOS A. BADARACCO
30/3/14
(DERECHOS RESERVADOS)