Maury Zambrano

QueriƩndote

Rodando la risa sobre mi colchón

caía sin prisa, al suelo, vacía.

Intenté desahogarme tranquila,

pero no logré pronunciar ni una oración.

Grabé mi voz entre un susurro desierto

porque ya gastada estaba mi poesía.

Enmudecí mis sentimientos porque por dentro

los oía gritar a todo pulmón.

Las lágrimas retuve con valentía

aunque mis ojos con devoción ardían.

Mis palabras tragué en silencio

para así evitar discutir con la razón.

Llamé a regañadientes al alma

que se quedaba ausente en la lejanía.

Mientras todo lo demás igual seguía,

queriéndote un tanto más con el corazón.