EL GALLO
Se pierde la voz
de las mañanas,
ya no suele anunciar
la salida del sol,
no trae su canto
el primer mensaje del día.
Unas jaulas
huérfanas de fiestas,
lloran la falta
de inquilinas cluecas,
esperan abandonadas
que se las trague el tiempo.
Aun quedan señales
de amores pasados,
entre los restos
de algún gallinero,
pocas imágenes ya,
de lo que fueron
en su día.
Se paso de moda
despertar con sus cantos,
desordenadas cocheras,
ocupan su territorio
y un desfile de antenas,
saludan las mañanas
sin cantarle al sol.
Mañana ...
Cuando asome el alba,
echare de menos al presumido
que tanto maldije ,
el mismo que ahora tanto añoro.
Que fue de aquel canto singular
que me solía despertar.
KIKIRIKIIIIIIIIIIIII...
Ramón Bonachí . Tarragona.