Me he perdido en tu hechizo
arrojándome a tu seductor abismo
quedando sólo
la melancólica presencia de tu embrujo.
Perdido
deambulo por la ciudad de los muertos vivientes
donde todos extasiados en tu engaño
se arrancan el alma
y se arrojan a tu mundo de demencia.
Te has transformado de planta sagrada
a mujerzuela del mismo Satán
dejando a tu paso
miseria y tristeza.
Quiero huir de tu encanto
pero como un necesitado marinero
al escuchar a su sirena
me arrojo desahuciado a tu canto
y perdido en la inconsciencia
camino en tu sendero al infierno.